También conocida como osteoartritis en inglés, es una enfermedad degenerativa, crónica y progresiva, que compromete una o más articulaciones y que se desarrolla cuando el cartílago que existe entre dos huesos se desgasta, adelgaza y pierde la integridad estructural.
Esto produce una fricción entre los huesos, ocasionando inflamación y dolor. Además limita el movimiento de la articulación y se pueden formar espolones óseos (pequeñas proliferaciones de hueso nuevo enfermo o "picos de loro").
Suele afectar a personas de edad avanzada, aunque las personas jóvenes también pueden padecerla, principalmente por lesiones en las articulaciones.
La artrosis aparece en forma gradual y se acentúa con el transcurso del tiempo.
. Por su poderoso efecto analgésico y antiinflamatorio.
. Por sus propiedades reparadoras.
. Porque alcanza tanto la columna vertebral como las articulaciones.
. Porque no posee efectos tóxicos colaterales.
• El sobrepeso
• El envejecimiento
• Las lesiones en una articulación
• La carga genética del individuo
• Como consecuencia de deportes de alta competición
• Rigidez en una articulación al levantarse o después de estar en una misma posición durante mucho tiempo.
• Hinchazón en las articulaciones comprometidas.
• Dolor.
• Perdida de movilidad y de la función de la articulación.
La artrosis puede ocurrir en cualquier articulación, pero es más frecuente en: manos, hombros, rodillas, cadera y columna.
El diagnóstico de artrosis se realiza con diferentes métodos, ya que no hay pruebas específicas para diagnosticar la enfermedad. Es fundamental el correcto interrogatorio del paciente, el examen físico, radiografías y resonancias magnéticas, pruebas de sangre o de líquido articular.
• Proceso degenerativo articular/ a veces inflamacion moderada
• Más frecuente a partir de los 45 años
• Afecta articulaciones que soportan el peso corporal y manos
• Cursa sin fiebre
• Dolor vespertino (luego de la utilización de la articulación)
• Proceso inflamatorio articular
• Se inicia a cualquier edad
• En general es una afección poliarticular y simétrica
• Puede haber fiebre
• Dolor matutino (irá calmando con el uso de la articulación)
El tratamiento para la Artrosis debe apuntar a mejorar el funcionamiento de la articulación, disminuir el dolor y mantener un peso adecuado y saludable para el paciente que la padece.
Los tratamientos usuales para la Artrosis consisten en aumentar el ejercicio físico y la administración de analgésicos y glucosamina (componente natural del cartílago) para disminuir el dolor.
En algunos casos, cuando el dolor es muy intenso, se prescriben corticoides para ayudar a disminuir la inflamación. En los casos más extremos, cuando el dolor es persistente y/o la deformidad es muy avanzada, la cirugía se torna necesaria como última alternativa.
La Ozonoterapia, por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y reparadoras, constituye un recurso terapéutico ideal para la Artrosis ya que se puede utilizar por periodos prolongados con excelentes resultados, sin generar efectos tóxicos colaterales aun en personas de edad muy avanzada.
“La ozonoterapia
mejora su
calidad
de vida”
Beatriz de Collavini
55 años
CABA
Siempre fui una persona muy activa. Mi día comenzaba a las seis y media de la mañana y terminaba cerca de la medianoche. Siendo directora de un colegio, mamá de cuatro adolescentes, y al frente de una casa, mi actividad era incansable.
Pasados mis 45 años comencé a notar ciertos dolores en la espalda fundamentalmente, pero que de a poco fueron alcanzando mi cadera y mis piernas.
Les resté importancia porque desaparecían con el pasar de las horas y hasta lograba olvidarme de ellos.
Sin embargo, con el tiempo los dolores eran más pronunciados y prolongados.
En un momento de mi vida, me encontré recostada la mayor parte del día y mi jornada se dividía entre la cama, y las pocas cosas que podía hacer levantada.
Consulté muchos médicos, y todos parecían repetir una frase dolorosa y difícil de asumir “Es Artrosis, y debe acostumbrarse a vivir con el dolor”. ¿Acaso debía resignarme a vivir con dolor a los 55 años?
Después de deambular por traumatólogos, kinesiólogos y masajistas, una persona me recomendó que probara con Ozonoterapia.
Llegué a los consultorios del IAOT enojada, deprimida y a la defensiva. No fue fácil entender que la artrosis es una enfermedad degenerativa, crónica y progresiva, y que por ende no se cura, sino que se mejora. Sin embargo, a medida que pasaban las sesiones y los días, notaba que podía hacer cada vez más actividades con menos dolor.
Como dolía menos, empecé a caminar, nadar, y hacer los movimientos y ejercicios que recomiendan para la artrosis.
Mi tratamiento duró casi dos meses y desde ese momento acudo a un mantenimiento una vez al mes (a veces cada dos meses). De esta manera pude retomar todas aquellas actividades que había abandonado.
Fueron llegando de a poco mis nueve nietos y hoy agradezco a la Ozonoterapia la posibilidad de disfrutarlos todos los días
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